Chaya y Pujllay él desdeñó a la india

Leyenda Argentina. Este festejo popular comienza en Febrero donde se agradece a la pachamama (madre tierra) la buena cosecha del algarrobo se basa en la leyenda de Chaya una jovencita bella que se enamora perdidamente del príncipe de la tribu: Pujllay, un joven alegre, pícaro y mujeriego que ignoró los requerimientos amorosos de la hermosa joven, al no ser debidamente correspondida.

Se internó a las montañas a llorar sus penas y desventuras amorosas, la indiecita fue tan alto a llorar que se convirtió en nube. Desde entonces solo regresa una vez al año, hacia el mediado del verano junto con la diosa Luna "Quitla", como rocio.

Pujllay si sintió culpable de la desaparición

Sintió remordimiento y fue a buscar a Chaya por toda la montaña infructuosamente. Tiempo después él regresa a la tribu y se entera, que la joven regresó como nube acompañada de la diosa Luna de Febrero, él regresó a la montaña a buscarla, terminó ahogado de soledad y lo sorprendió la muerte.

La tradición popular en el sentido de la fiesta es símbolo de la espera de la nube y de la busqueda ancestral del agua.

Chaya ( en quichua “ Agua de Rocío”) algo que no abunda en la Rioja y es vital. Pujllay, "jugar, alegrarse"

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