Un hombre que se enamora de una religiosa, sobrina de la esposa. Un convenio de amor. Se cuenta, que carecía de agua potable la ciudad de Querétaro, se conocía la bondad del Marqués de la Villa del Villar del Águila ahí estaba el convento de las monjas capuchinas, ellas le pidieron ayuda, por conocer su noble corazón de antemano. Este hombre estaba enamorado de una de ellas.
Leyenda de Querétaro. Sor Marcela, aceptó ayudar con la condición de que ella aceptase casarse con él, viendo los beneficios que tendría la ciudad, Sor Marcela aceptó con la condición que no tendrían vida marital, el Marques aceptó con gusto, ya que con el trato y el tiempo sabía que la iba a convencer a amarlo como él la quería.
Así fue erigido ese gran monumento que hoy simboliza y enorgullece a los queretanos.
Juan Antonio de Urrutia y Arana de la Orden de Alcántara, Marques de la Villa del Villar del Águila, tenía grandes habilidades para la ingeniería hidráulica, su esposa Doña Paola Guerrero Dávila una hermosa mujer de familia muy adinerada, su sobrina era Sor Marcela una de las monjas más hermosa de la época.
Don Juan se enamora locamente de Sor Marcela, cuenta la leyenda, que de amores con una religiosa, sobrina de la esposa; que por lealtad a su vocación, no aceptó casarse con él( otros dicen, que sí) pero le pidió que construyera el acueducto, para llevar agua a la ciudad y que hiciera la casa más bella de Querétaro.
Construir el acueducto a cambio de un amor de entendimiento y pureza. La gente sufría la contaminación de los ríos y las personas morían, el Marqués del Villar gozaba de gran riqueza debido a su matrimonio con Doña Paula.
El Marqués cuando murió, dejó toda su fortuna para obras de beneficio social y a comunidades religiosas.
Sor Marcela de la orden de las hermanas Capuchinas del convento de las Capuchinas de San José de Gracia.
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Fue uno de los jefes de la Revolución Mexicana, fue conocido como el “Centauro del Norte”, comandante del ejército División del Norte, Villa y sus seguidores se apoderaron de las tierras de los hacendados para distribuirlas a los