LEYENDA de la ciudad de México. Se cuenta que este cuervo cuando volaba y se paraba en una rama o en un muro, con el sol proyectaba una sombra grande del diablo, se distinguían los cuernos y la cola. Esta ave se ponía a graznar muy escandalosamente y además echaba insultos y maldiciones, eso causaba mucho temor a la gente que lo escuchaba.
Cuando el cuervo se paraba en algún lugar los vecinos le tiraban piedras para que se alejara de ellos, nunca le atinaban a darle, se decía, que cuando se paraba en algún lugar de un domicilio pasaba una desgracia.
Los vecinos se reunieron para decidir cómo hacer desaparecer aquel cuervo; un joven se propuso para enfrentarse a él, pero antes fue a ver a la bruja del pueblo. El joven se acercaba cautelosamente al cuervo a insultos le dijo, que si se acerca a él y lo viera a los ojos, el joven se convertiría en sombra, el muchacho sacó enseguida un espejo y el cuervo se vio en él, éste quedo plasmado en piedra negra en el muro que estaba cerca de él, ya pasó muchos años, que aunque arreglen el muro la parte donde está el cuervo se cuida de no romperse, se cree que puede volver a la vida.
Si este artículo te parece digno y valioso para compartir... ¡Hazlo ahora!
Es un dejado y chico panteón en el área urbana de Chicago. Es famoso por sus avistamientos fantasmales y leyendas encantadas. Se cuenta, que solo se enterraban hombres. Han visto un caballo emerger de la piscina que esta a un lado del
Que un cabrío aterrorizaba a los habitantes de un pueblo, esta leyenda fue en la época de la Conquista, pues aun se adoraba a todo tipos de dioses y las imposiciones religiosas complicaron la vida de los nativos, los indígenas sufrían
Leyenda de México. Esta historia es muy impactante, porque nadie sabe lo que sucedió en realidad. Un día el padre del convento, que por cierto no tenía mucho tiempo de llegar ahí, esperaba visitas, pero él ya había escuchado que
Leyenda de México. Se cuenta que esto pasó en el siglo XVI, es la vida y las costumbres de don Rodrigo de Ballesteros vivía en un barrio, a la vuelta de los Jesuitas por el año 1593, fue capitán de arcabuceros, en los reales
Leyenda de México. Se dice, que cuando veas al Charro no le hagas caso tú sigue trabajando, se te acerca a unos cinco metros y te habla por tu nombre. En la selva muy lejos de un pueblo, donde se cortan los árboles para sacar el