El pintor escucho la singular historia de una mujer muy bella que tenía embelesado a todo París. Es una de las mejores pinturas de John Sargent , cuando lo pintó era un joven que quería hacer algo que lo encumbrara, escuchó la historia de una singular dama que a París tenía cautivado. Su nombre Virginie Amelie Avegno Gautreau 1859-1915 una joven hermosa con actitud atrevida casada con un banquero Pierre Gautreau, los chismes de sus infidelidades era la comidilla de la sociedad parisina.
Sargent la convenció que modelara para él. Un año tardó el trabajo, dijo; que fue un verdadero desafío, primero por la belleza de la mujer, segundo las reclamaciones de ella, de lo fastidioso que era posar y por último cancelaba seguido las sesiones de pintura para ir a sus compromisos sociales.
El Retrato de Madame Gautreau se exhibió 1884. El pintor y la mujer estuvieron satisfechos por la obra, nunca se imaginaron que fue tildada de escandalosa, el público se burlaba de la palidez exagerada de Amelie , se censuró, que tenía una “mirada descarada” con una pose altiva, figura provocativa fue demasiado “inmoral”.
Sargent le escogió un vestido negro de terciopelo con un pronunciado escote, uno de los tirantes le caía en el hombro, este fue el elemento más criticado de “vulgar” porque ella era una “dama”. La popularidad de Amelie aumentó por el alboroto ya que salía en el periódico y revistas con comentarios satíricos.
Un gran escándalo, que los Gautreau exigieron a Sergent retirar el cuadro donde se exhibía, él, dijo que no, que le cambiaria de nombre y le puso “El Retrato de Madame X” y le subió el tirante. Fue inútil, Amelie se fue de la cuidad para esconderse de pena, Sargent cuya carrera estaba arruinado, hasta decidió dejar de pintar porque pura porquería hacía, temeroso que su cuadro fuera destruido lo agarró y escapó a Inglaterra. Su Madame X fue bien recibido, como retratista logró una gran fama, nunca más volvió a pintar algo tan atrevido.
Al paso de los años Amelie regresó de su autoexilio su juventud y hermosura habían mermado y París se olvidó de ella.
En varias partes del mundo su retrato tuvo mucha popularidad y en 1915 muere la modelo en 1916, Sargent lo vende al Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, es una de las más vistas, “sin duda es lo mejor que he hecho” dijo el artista.
John Singer Sargent 18561925,
Oleo sobre lienzo 234.95cm x109.86cm.
Yyy ya.
Fuente 1: fashionhistory.fitnyc.edu
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