Leyenda, desde la antigüedad, los marineros europeos consideraban que los gatos atraían la buena suerte y siempre viajaban con ellos. Se decía que eran capaces de presentir las tormentas y avisar de ellas a la tripulación por medio de sus maullidos; también se decía que conjuraban peligros y ahuyentaban monstruos fantásticos.
El monstruo fantastico, como el temido “alichán de los mares”, que atacaba a los barcos, devoraba a los marineros y dejaba los esqueletos sobre las cubiertas. Lo cierto es que los gatos eran necesarios en las embarcaciones, pues terminaban con la plaga de ratas y ratones que proliferaban en las bodegas donde se almacenaba los alimentos.
Se cuenta, que en el Arca de Noé llevó muchos animales y no incluyó al gato que porque no existían, se dio cuenta que los ratones se reproducían y peligraba las provisiones de comida.
Le rogó a Dios que por favor solucionara ese problema, el señor le dijo, que le acariciara la cabeza al león, tres veces, en la última caricia, de un estornudo salieron una pareja de gatos, que enseguida se empezaron alimentar y se restableció el equilibrio de la comida de la embarcación. Tan-Tan.
En un poblado vivía una chica con muchos gatos estos eran sus amigos y compañeros, los cuidaba y alimentaba, veía alguno en la calle, se lo llevaba a su casa y lo atendía.
Una noche se despertó por el maullido de un gato negro que estaba junto a su ventana. Le abrió y le dio de comer. Al gato negro le gustó y se quedó en la casa con los demás gatos y la joven, este era muy cariñoso, andaba detrás de la muchacha, siempre junto a ella.
Algo raro pasaba los otros gatos se iban y no regresaban, poco a poco, ya eran menos, la joven tenía una gata que quería mucho y la cuidaba tanto que evitaba que se saliera de la casa.
Con el tiempo, se quedaron la gata y el gato negro, pero este era muy celoso, un día acariciaba la joven a la gata, el negro quería atacarla erizó sus pelos, gruñía y sacó las garras, ahí la joven, enseguida a la calle al porquería gato.
Después maullaba y maullaba junto a su ventana, no le hizo caso. Una tarde llegó a su casa y ahí estaba el gato negro, agarro una escoba y lo quería sacar, el se abalanzó encima de ella, le enredó la cola en la garganta, jalo y la ahorcó. Cuentan, que cuando se fue el gato negro, todos los gatos que vivieron con ella regresaron, empezaron juntos a maullar tan fuerte que los vecinos por el escandalo fueron a verla y la encontraron muerta.
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Estas aves en tiempos remotos eran hermosos con plumaje de colores y rizos en la cabeza por un castigo quedaron negros y feos, comiendo inmundicia. Los dioses los castigaron por glotones, no respetaron una comida preparada para una