La bruja con alas de guajolote

En la población se incrementó las apariciones de hechiceras, se cuenta, que estas atacaban a niños para quitarles las piernas para que a ellas les sirvan para caminar. Estas brujas se transformaban en aves y sabían donde habían niños recien nacidos. En las noches se veían como bolas de fuego. Juan llevaba en sus bolsillos agua bendita.

Leyenda de Hidalgo. Se cuenta que en la época que no había luz, la gente del pueblo se sentía temerosa por la llegada de brujas. Se decía que las brujas absorbían la sangre de los bebés, les extraían las piernas las escondían en sus casas, las utilizaban para caminar, estas brujas al aterrizar en el lugar que iban atacar algún niño lo hacían convertidas en animales alados, algunas veces como guajolotes y otras como gavilanes, era natural verlas envueltas en fuego.

Se transformaban en aves

Se incrementó las apariciones de las brujas en Hidalgo, la población se encontraba alarmada.

Juan, un niño atrevido y vivaracho, escucho a sus padres hablar acerca de alguien que creían que era una bruja. Se le vio rondando en donde había un recién nacido, todos sabían donde vivía aquella mujer. Juan fue a ver a la bruja a su casa a robar y esconder las piernas de los niños atacados, mientras la bruja hacía sus fechorías.

Al día siguiente a su casa se presentó una anciana que caminaba con muletas, la mamá del niño le ofreció una silla después que se quiso parar no pudo. Le ofrecieron comida y aceptó, les pidió que la dejaran sola por que le daba vergüenza, realmente era para arrastrarse y buscar las piernas. La familia le dio posada a la vieja una noche. Juan le llevó de cenar al cuarto que le ofrecieron, cuando llegó al cuarto, sacó de sus bolsillos alfileres benditos y clavó la falda de la mujer para inmovilizarla le hecho agua bendita a la sopa para que la bruja no lo pudiera ingerir, la anciana no pudo hacer lo que había planeado, Con mucha hambre y sin piernas confesó todo a la mamá de Juan, la señora tuvo miedo de las represalias que tuviera la bruja contra el niño, la bruja prometió no hacerle daño al niño.

La bruja desapareció del cuarto, solo encontraron una olla de barro con sangre, le leyenda dice, que después hubo la noticia de la muerte trágica de la señora, algunos testigos vieron a la buja tirada en el cerro con unas alas de guajolote.

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