Lobizón en luna llena él se transforma

LEYENDA DE SUDAMERICA. En los pueblos del norte de Argentina se cuenta que existe un perro gigante negro de ojos brillantes que cuando aulla y escuchas el aullido se te eriza la piel; es un muchacho convertido en bestia y es el séptimo hijo de puros varones; se dice que tiene que ser bautizado para protegerlo y no se convierta en lobizón.

La leyenda cuenta; que el lobizón, (por el nombre portugués: lobis-homen) Luisito o Luison es el séptimo hijo de Tau y Kerana en quién cayó la maldición que pesaba sobre sus progenitores (según la mitología Guaraní) ;en las noches de luna llena de los viernes o martes se transforma en un animal que es mezcla de un perro muy grande y un humano, tiene las patas muy grandes que parecen de humano, se alimenta de heces de gallinas, cadáveres desenterrando tumbas y de vez en cuando come algún bebé recién nacido que no haya sido bautizado.

El hechizado vuelve a su forma de hombre en presencia de su misma sangre, pero se vuelve enemigo a muerte de quien descubre su sagrado secreto y no se detendrá hasta verlo muerto. Es una bestia muy agresiva.

Para matar un lobizón tiene que ser con una bala bendita

Ahora estos niños son ahijados Presidenciales. En Argentina y Paraguay se acostumbra desde el siglo XIX que el Presidente de la Nación sea nombrado “Padrino del Séptimo Hijo Varón” esta extraña costumbre se debió que los supersticiosos paisanos a veces sacrificaban a su séptimo hijo por el terror que les provocaba la posibilidad de que les hubiera nacido un lobizón; En 1973 el Presidente Juan Domingo Perón dio formato legal a esta costumbre a través del decreto 848.

El Presidente Menen llevó a bautizar algunos niños para acabar con la maldición.

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