Leyenda prehispánica. En México se encuentra los volcanes más grandes del hemisferio, que engalana todo el valle, es un agasajo de vista, es fuente de inspiración de leyendas de origen y creación, esta es una de ellas. Tonatiuh (el dios sol), le dio permiso a su hijo Izcozauhqui, él quería conocer otros reinos, se había enterado que hay dos jardines, que en su reino no existen.
El joven se presenta ante Tonacatecutli (dios de la creación)–de dónde vienes y cuál es tu nombre- Izcozauhqui; vengo del palacio dorado, de jardines maravillosos del cuarto cielo, mansión amarilla de mi padre Tonatiuh. Tonatecutli le dijo; "té otorgamos el privilegio de conocer nuestros jardines y descubrirás la noche", Izcozauquih- le dice;, "no salgo de mi asombro, mi reino es bello pero aquí hay paz y tranquilidad".
Meztlí, ( diosa de la luna),se acerco a él, y le pregunto; quien eres que ciegas mis ojos con ese brillo de oro, esa luz intensa que se desprende de tu ropa. Izcozauhqui le dijo:señora soy hijo de Tonatiuh (el dios sol) aquel que ilumina los cielos, Meztli le contestó;" ahora sé porque palidece mi reino". Coyozauihqui, una joven caminando por los jardines conoce a Izcozauhqui . ella es hija de Tonacatecutli y Meztli, cuando se vieron fue amor a primera vista, ella le muestra el jade, el canto del tzenzontle y el perfume de las flores, él le dice; ¡Que hermosa eres !
Una hermosa doncella toda vestida de plata ha inquietado mi alma y ya no se vivir sin su presencia.Tonatiuh le contesto; tu reino es este, no debes salir de los límites del reino celeste, si lo haces sufrirás las consecuencias.
¡Izcozauhqui sale con su amada a conocer los cerros de corona azul, los lagos y aquellos bosques.
Meztli los acusa con Tonatiuh, tu hijo a desobedecido y se ha ido a los extensos campos llenos de verdor, llevándose a mi hija. Tonatiuh molesto nuestros hijos han desobedecido y no deben regresar a estos cielos, déjalos en los ríos y lagos, en las nubes de frágiles mariposas.
Coyozauhqui- me siento mal, por nuestra desobediencia para nosotros a terminado la vida eterna, ya presiento mi muerte, por nuestro amor te pido me deposites en aquella montaña azul para que mi madre me perdone, Izcosauhqui — no te mueras amada mía, no te mueras, el caminó días y noches sin descanso, sin llorar los árboles silenciosos como en reverencia se inclinan a su paso, llego a lo alto de la montaña azul, que parecía el lecho de desposada, amorosamente la deposito en su cumbre, él queriendo dar calor a su amada encendió una tea de madera perfumada, hincándose a su lado quedo inmóvil, pensativo, doliente, quedo junto a ella.
Tonatiuh y Meztli conmovidos por tan hermoso ejemplo de amor, decidieron premiarlos para que eternamente pudieran estar el uno al lado del otro, convirtiéndolos en dos volcanes ella toda blancura, él todo fuego, recibiendo el nombre de Iztaccihuatl, mujer de nieve o mujer dormida y Popocatépl cerro que humea.
Si este artículo te parece digno y valioso para compartir... ¡Hazlo ahora!
Se realza la majestuosidad de dos volcanes más grandes del hemisferio, es una presencia milenaria de gran importancia, son fuente de inspiración, de leyendas, de origen y creación. Esta es una de ellas. Montaña Humeante y La Mujer