Hace muchos años, era la iglesia que estaba fuera de la ciudad. En la explanada de este templo, curiosamente nació la "leyenda del panucho". Esta iglesia está muy cerca del cementerio y todo el día había misa de difuntos, se hacía los rezos en cuerpo presente. Claro, que se podía hacer cualquier celebración, boda, quince años primeras comuniones, pero decían: -"ahi no, en la iglesia de los muertos no"-.
Leyenda de Yucatán. Esta iglesia estaba en la orilla o casi fuera de la ciudad, en la época de la Colonia, en aquel entonces los habitantes acostumbraban a velar a sus difuntos en sus casas, cuando salía el cortejo fúnebre al entierro, casualmente la iglesia es la que estaba muy cerca del panteón general y ahí se acostumbraba hacer la misa de cuerpo presente y como en la ciudad a diario fallecían de todas las edades.
Así que a cualquier hora que entrabas a la iglesia, era muy concurrida y siempre había un ataúd en misa. No se hacia otro evento, ni matrimonios, bautizos ni primeras comuniones, no porque no se permitiera, si no porque la gente no quería, decían “ahí no, en la iglesia de los muertos no”. Estamos hablando de la bella iglesia y museo La Ermita de Santa Isabel que ya está dentro de la ciudad.
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