Los campesinos que corrían para guardarse y escapar de los sublevados, desde el pueblo veían a distancia el humo que estos incendiaban casas y jacales por donde pasaban, vieron por el sendero a una hermosa mujer con las manos hacía arriba, ella convocaba a las abejas que las siguieran y atacaran a los insurrectos, era una ayuda divina.
Leyenda de Muna Yucatán, Era a mediados del siglo XIX época de la Guerra de Castas, varias poblaciones de Yucatán ya las habían quemado los alzados, los pueblos que estaban por el Camino Real, eran los que seguían, Muna iba a ser atacado por los sublevados, desde lejos del pueblo se veían el humo de los incendios que hacían, hicieron tocar las campanas, para que se resguardara la gente, por todos lados corrían y venían, mientras un grupo de mujeres se pusieron a rezar, estas estaban escondidas.
Los rebeldes, todos armados dispuestos a matar personas, tras incendiar Sacalún se dirigían a Muna, muy cerca del pueblo en las orillas del camino estaban cercados por apiarios de los indígenas. La miel, era de las abejas sin aguijón, “Xunan Cab”.
Entre el pueblo de Sacalún y Muna, apareció una mujer bella de blanco, rodeada de una luz peculiar con las manos hacía arriba. Ella llamaba a las abejas para que las siguieran, ellas eran su ejercito, cuando entró al pueblo, nadie sabía quien era esa hermosa señora, hizo que las abejas, qu oscureciera el cielo y las lanzó contra los insurrectos, esto ayudó, los sublevados, se fueron, corrieron, se dispersaron por otros lados de las abejas.
Cuando se dieron cuenta, que los armados huyeron salieron los indigenas. Al saber la noticia, todos se fueron a la iglesia a dar gracias, ahí se dieron cuenta que tuvieron “ayuda divina”. La Virgen de la Asunción en su terno tenía espinas del monte, miel y algunas abejas pegadas. Entendieron que era la hermosa mujer que los salvó de la muerte.
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JOSE IVAN BORGES Responder 07 2018
Esta leyenda es una versión parafraseada de mi autoria! la original es de
la maestra Violeta Arana Cabrera de Muna.
Solo el Creador sabría qué clase de pasatiempo tendrían aquellas personas en aquella estancia, todo indicaba que era de alegría, después de un vasto silencio le cayó a alguien una maldición y empezaron los insultos y humillaciones.