La leyenda del Rey Salomón.

Hasta en el palacio llegó la trifulca de las mujeres por el niño. Nunca había tenido un conflico así, ahora si necesitaba la sabiduría que Dios le había dado, el Rey Salomón ordenó a su soldado matar al niño y dividirlo en dos partes para que cada madre se llevara un pedazo de su hijo y se acabara el problema.

El Rey Salomón (978-931 a.C.), fue rey de Israel segundo hijo del Rey David y Betsabé, se dice que ha sido el hombre más sabio que ha existido, con una inteligencia superior a la normal tenía cualidades excepcionales en justicia, sabiduría y comprensión.

Se cuenta, que en su reino vivían dos señoras madres solteras, que dio la casualidad que las dos dieron a luz el mismo día y dos varones, compartían el mismo cuarto y cada una dormía en su cama con su chavito.

Una de estas mamás por accidente al virarse al dormir aplastó a su hijo y muere asfixiado, cuando ella se da cuenta a media noche, la mujer lo cambia por el otro niño que está a lado de su madre y le deja el niño muerto.

Hasta en el palacio del Rey llegó la trifulca

.La mujer despertó y vio al nene muerto empezó a llorar lo desenvolvió cuando lo examinaba se dio cuenta que no era su hijo, vio que su compañera tenía a su niño, empezó la discusión y el pleito por los infantes.

Las mujeres se presentaron ante el Rey Salomón para pelear al niño.

-Mire mi Señor, el hijo de ella murió aplastado sin querer por su madre, se levantó y no la escuche, lo cambió con mi hijo dejándome a mí al niño muerto—

-No—gritó la otra mamá

-El mío es el que está vivo, el tuyo es el que está muerto-

-El mío vive, el tuyo es el que está muerto—y así dieron un espectáculo en palacio, insultándose casi agarrándose a golpes.

El Rey Salomón nunca había tenido un problema así. Ahora ya necesitaba la sabiduría que Dios le garantizó. El Rey Salomón dijo, “¡Ahora, que traigan al niño!” lo trajeron y le dice al su soldado “pártelo en dos y le das una parte a cada quien”. Todos los súbditos que estaban ahí se asustaron hasta el soldado pensó que el rey estaba bromeando.

Y como tardaba el soldado en obedecer la orden que dio, lo miro con ira, lentamente desenvainó la espada y avanzó con la señora que tenía al niño, lo agarró,

La mujer se arrojó a los pies de Rey

Pero de repente la madre verdadera se tiró a los pies del Rey pidiendo clemencia, suplicando que no maten al niño, que ya no lo quería.

-¡No, por favor señor, no quiero al niño, que se le quede a ella no lo voy a pelear más, se lo suplico, no lo maten!-.

-¡No!- hablo la otra señora, sin compasión—ni para ti ni para mí que lo parten en dos al niño-.

El Rey Salomón sin lugar a dudas, en ese momento supo quién era la verdadera madre y enseguida ordenó señalando a la mujer que pidió perdonar la vida del niño , “Entregad al niño vivo a la verdadera madre”

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