Los Mayas, azotes para que el alma se vaya

Los Mayas. La muerte es algo natural, cuando fallecía una persona lo amortajaban y para que no le faltara alimento en la otra vida le ponían masa de maíz en la boca. Dentro de la tumba ofrendas, ahí se veía el rango social, sexo y oficio además, se le ponían sus pertenencias; guerrero, sus armas, sacerdote,sus libros sagrados, sus cuentas para adivinar el futuro.

Si es mujer sus herramientas para tejer, y las piedras para moler el maíz también se enterraba un perro que guiaría al pixan de su amo a la eternidad; de día en silencio, los deudos lloraban al difunto y de noche con llantos muy fuertes a gritos.

El andar de la vida a la muerte era delicado y difícil, se creía que el alma de los difuntos se quedaban por un tiempo, permanecían con su familia sin darse cuenta de su cambio de estado, la revelación de lo que ya eran se daban cuenta días después, entonces el alma se iba al lugar que le correspondía.

Las almas no quieren dejar el cuerpo

Las almas de los adultos se resistían a dejar su cuerpo por temor a los Okol Pixan o ladrones de almas, estos rondaban en los momentos de agonía, acudía un Aj Kiin para ayudar al moribundo lo ponía bajo protección de Junab Kuj,. cuando la agonía se prolongaba mucho un familiar le daba al muerto doce azotes suaves con una soga para aligerar el alma y se vaya,

A los muertos comunes sin rango, se les enterraba bajo el piso de sus casas o en la parte trasera de estas y después eran abandonadas por la familia; en cambio los señores y gobernantes sus tumbas eran hermosas, con una bella arquitectura, las paredes, pintura y esculturas contaban las historias de las dinastías y linajes sagrados.

Los craneos se pintaban con betún

Sus rostros eran cubiertos con mascaras de jade, símbolo de abundancia; los guerreros, los sacerdotes y nobles prestigiados, estos son incinerados y las cenizas se depositan en figurillas de barro, también se le cercenaba la cabeza para reverenciarla, esta se cocía se descoronaba y se partía en dos, aserrándola de lado a lado.

La parte frontal se pintaba con betún o era modelada con los rasgos del difunto, decorándola con piedras preciosas estos cráneos se custodiaban en los altares en los altares familiares cuyo diseño reproducía la forma del Universo.

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