La leyenda de Sansón y Dalila.

Sansón fue bendecido por Yahveh al darle una fuerza sobrenatural, cuando crece se vuelve mazireo era abstemio y no podía cortarse el pelo, su mujer insistía en que le diga el secreto de su fuerza descomunal él le contestaba pero nada era verdad, hasta que Dalila lo engatuzó más y este boqueó así fue traicionado por su mujer.

Se cuenta.- En el reinado de Saúl y David las aldeas de Israel vivían separadas, los israelitas comenzaron a venerar a Baal y Astarté, se sintió insultado “Yahveh” y por el perjurio los castigó los entregó a los israelitas a los filisteos, así castigados duraron cuarenta años.

Leyendas biblicas.- Los israelitas le rogaron a “Yahveh”(nombre utilizado en las biblias para designar a una deidad suprema en las religiones judeocristianas) y este se compadeció, les mandó un ángel a casa de Monoaj, le dijo a su esposa estéril que pronto va a concebir un hijo, después de un tiempo nació un varón “Sansón” Yahveh lo glorificó con una poderosa fuerza sobrehumana.

Sansón se enfrenta con un fiero león

Cuando creció Sansón se convirtió en mazireo (cap.6 del libro de Los Números; son la abstinencia de cualquier bebida alcohólica, vino, no estar cerca de los muertos, no cortarse el cabello), agrupó su pelo y se hizo siete trenzas. Se quiso casar con una filistea de Timná sus padres estaban renuentes pero después aceptaron que porque era gusto de “Yahveh” que Sansón desposara a la filistea, así tendrían la desgracia.

Así Sansón se fue a Timná, es más en el camino se topó con un feroz león que lo despedazo con las manos y entre los huesos del animal un enjambre de abejas con miel, la prueba y se la lleva a su padre. Sansón se casó con la filistea se hizo un banquete ahí él propuso un acertijo, “Del que come salió comida y del fuerte salio dulzura”, a los treinta hombres que estaban ahí prometió que si lo adivinaban, darles una túnica y un vestido si lo resuelven en siete días, sino, ellos le darían lo mismo.

Amenazada su mujer por los filisteos en quemar la casa de su padre, sonsacó a Sansón y ella les dijo la respuesta a los filisteos, “la miel y el león”, molesto Sansón salió y mató a treinta hombres de Ascalón, les quitó sus ropas y se los dio a los del banquete y saldó su deuda. Abandono a su esposa un tiempo, cuando regresó, el papá de ella le dijo que se la dio a otro hombre.

Molesto Sansón, quemó los cultivos de los filisteos

Ellos salieron a matarlo y “con una quijada de asno Sansón los golpeó matando a 1000 de ellos”. Se fue a gaza, ahí se unió con una piruja. En la noche le fraguaban una trampa que al amanecer los adversarios de Sansón cerraron la puerta de la ciudad para que no escape.

De noche se dirigió hacia la puerta de la ciudad, las arrancó de sus bases con las manos, se las puso en la espalda y se las llevó escapando de la emboscada.

Salió de Gaza, se fue a Valle de Sorec ahí se enamoró de “Dalila” cuando se unió con Sansón, los príncipes filisteos le ofrecieron miles de siclos de plata (moneda antigua), a cambio del secreto de la fuerza descomunal del hombre. Cuando Dalila le preguntó del origen de su fortaleza, se burló de ella dando respuestas incorrectas. Ella les decía, las respuestas que él contestaba pero Sansón, no revelaba su incógnita, no podían someterlo.

Dalila fingió mucha tristeza

Y con eso consiguió que Sansón confiara en ella, le dijo, “si alguna vez me cortara el cabello, perdería toda mi fuerza sería como cualquier hombre”, esa noche él durmió sobre las rodillas de “Dalila”, esta le dijo; “a un filisteo que cortara las trenzas del mazireo”.

Sansón despertó, los filisteos lo agarraron y no pudo derrotarlos, había perdido su fuerza por la traición de Dalila. Los filisteos le sacaron los ojos, lo forzaron a dar vueltas a la piedra de un molino, así vivió como esclavo.

Yahveh ya planeaba la derrota de los enemigos. Los príncipes filisteos adoraban a “Dagón” su dios y ofrecían sacrificios, llevaron a Sansón al templo para burlarse de él.

Encadenado en gruesas columnas aguanto risas y burlas

Humillaciones de más de tres mil filisteos que acudían al templo, humillado por sus enemigos tanteo las columnas que lo flanqueaban y dolido por la traición de su mujer Dalila le pidió a Yahveh, fuerzas aunque sea una vez más, Yahveh se lo concedió, Sansón exclamó; ¡Muera yo con loa filisteos! Derribando las columnas, se derrumbó todo el templo se llevó a la muerte a sus enemigos y liberó a su pueblo de la tiranía, así como los israelitas imploraron su ayuda a Yahveh.

Fuente. Jueces 13-16

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