Su única hija estaba muy triste, dejó de comer, se estaba secando, todos los medicos la ausculturon según no sabian que enfermedad era, pero que se moría, se moría, le llevaron un sacerdote para que se confesara, ella se negó, otro cura la convenció para que se confesara y ella dijo;"que todas las noches el demonio la poseía". Foto de internet
Leyenda de México, Era el siglo XVIII cuando el virrey y su esposa estaban angustiados debido a que Berenice su hija andaba triste; su rostro pálido su cabello rubio ahora se confundían con canas, sus ojos azules expresaban cansancio. Berenice ya no sonreía, no paseaba no comía y horas enteras con la vista detrás de la ventana de su cuarto que daba al jardín del Palacio Real.
Los padres llamaron al medico de la cámara de los Virreyes y a los doctores del Real Protomedicato pero ninguno daba con la extraña enfermedad. Su única distracción era leer a escondidas un libro que le había prestado una anciana camarera española que era del servicio del Palacio Real. El libro se llamaba Dorotea, y Berenice le gustaba algunos pasajes, lo aprendió de memoria: -¡Ay infeliz de mi! ¿Para que vivo? Para que conservar la triste vida que se ha dado a esclava, ¿cual mujer de mis años la pasa con tantos sobresaltos y desdichas?.¿que fin me promete tan desigual locura?
El médico iba más seguido a ver A Berenice, la revisaban bien y seguía mal, tenía delirios, mucha sed, nadie sabía que enfermedad era, que Tuberculosis, Tiricia, decían los medicos de seguir así, se moría. Los padres llamaron al cura para que se confesara, la muchacha no quería confesarse. Pasaron los meses, Berenice más triste, más flaca y seca, otro sacerdote la vio, la convenció de que hablara y lo que dijo, hizo temblar a todos, al cura, al Virrey, a la servidumbre. — Que en las noches Satanas la poseía-. Todos los que lo escuharon corrió la noticia "Que la hija del Virrey estaba poseída por Satanas"
Despues de su confesión, desaparecieron las canas, sus ojos azules se pusieron vivarachos. Absolvió a Berenice de su gran pecado. Y como todos supieron del demonio, con Berenice pintaron su raya. Meses despues se casó Berenice con el jardinero, Juanillo, un negro hijo de un esclavo negro.
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