Un lugar emblemático del barrio, una vía que eluden muchos vecinos. En la época de la Colonia, el regidor comisionó a un ingeniero de nombre Alex Mogollón que empedrase la calle, tenía que entregar el trabajo en seis meses y seis días, so pena de ser desterrado. Un castigo común en aquellos tiempos, el ingeniero se la pasaba emborrachándose que dirigiendo la obra.
Leyenda de Bogotá Colombia. Cuando se dio cuenta que el tiempo se vencía ese día y no iba a terminar el trabajo se asustó tanto que invocó al demonio. Si el diablo le terminaba el empedrado aquella noche, le daría su alma. Firmaron aquel fatídico acuerdo, al parecer aquella misma noche, algunas personas vieron duendes y demonios trabajando por la calle de la Candelaria, especialmente en la calle del Calvario, así lo contaba Stella Monsalve (la abuela cazafantasma). Al otro día, el demonio le mostró con orgullo su trabajo al ingeniero, preparado para llevarse su alma, pero Álvaro al revisar lo que se le estaba entregando, vio que faltaba una piedra en el Callejón del Fantasma, y el trato decía muy claro; que no debía faltar ninguna piedra.
El demonio no pudo hacer nada, no se llevó su alma. “Lo curioso que la cuadra tiene 665 piedras, solo faltó una para cumplir su trabajo y sabemos el símbolo de la cifra 666 asociada a la bestia. Hasta hoy sigue empedrada y aún esta el hueco de la piedra faltante”.
Hay algo muy inquietante y es el motivo del nombre de la calle del Fantasma. Stella Monsalve obtuvo varios testimonios, -Carmen Domínguez vivía en el lugar desde principios del siglo anterior, dice que en noches oscuras se muestra un parroquiano tratando de cuadrar algo en el piso; los que lo han visto no saben que es, pero se atreven a contar que es la piedra 666 que quiere poner.
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